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MALFORMACIONES VASCULARES

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Sde. Klippel-Trenauny-Weber

 

Hemangioma

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Sde. Parkes Weber

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• ACROSINDROMES:

FENOMENO O ENFERMEDAD DE RAYNAUD

Tratamiento Fenomeno de Raynaud

Fenomeno de Raynaud

Fenómeno o Enfermedad de Raynaud

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ERITROMERALGIA

Tratamiento Eritromeralgia en Málaga

Eritromeralgia

• TROMBOANGEITIS OBLITERANTE O ENFERMEDAD DE BUERGUER

Tomboangeitis Obliterante o Enfermedad de Buerguer

Tomboangeitis Obliterante o Enfermedad de Buerguer

• SINDROME DEL DESFILADERO TORÁCICO

Presentación descarglable sobre el Síndrome del Desfiladero Torácico

Celulitis y grasa localizada

 

La celulitis afecta a nueve de cada diez mujeres se origina en un trastrono de la microcirculación. Puede ser de consistencia dura o compacta, blanda o flácida y edematosa. La primera acostumbra a verse en la mujeres más jóvenes, se localiza en la cara interna de las rodillas y la externa de los muslo «cartucheras». Tiene un aspecto granuloso y de consistencia dura al tacto. Son pierna con una mayor sensibilidad. La celulitis blanda es la que se asemeja visualmente a la piel de naranja, localizandose en gluteos, abdomen, brazos, espalda y cara anterior de muslos. Es más frecuente a partir de los 40 años y se relaciona en parte con sedentarismo.

Hábitos de vida saludables y la aplicación de diversos productos específicos drenantes, reductores y reafirmantes de manera adecuada en las zonas a tratar mejorarán considerablemente el aspecto de la piel.
La forma edematosa de la celulitis se debe a retencón de líquidos y un cierto componente de insuficiencia venosa crónica. Se da en chicas jovenes y adolescentes. Se trata de pierna muy sensibles y dolorosas casi al tacto.

NUESTRO COLABORADOR Y FISOTERAPEUTA LINFOLOGO DANIEL HUESCAR, se encarga del tratamiento de las piernas gruesas. Hoy en día existen diferentes opciones para combatirla, siendo fundamental el adecuado diagnóstico inicial por un profesional. Diferentes productos, la mesoterapia y la radiofrecuencia Indiva, adaptados a las necesidades de cada paciente permitiran en varias sesiones conseguir una acción más drenante, reductora o reafirmante.

Dolor en las piernas y pies

Los trastornos estáticos o de apoyo del pie (TAP)pueden ser considerados como un importante factor de riesgo para el empeoramiento de la insuficiencia venosa crónica. En la práctica clínica diaria esta patología es a menudo es infravalorada. Por tanto es de crucial importancia la detección de TAP durante el examen clínico de todos los pacientes con insuficiencia venosa crónica (IVC) Con frecuencia los dolores de la extremidades inferiores tienen una causa mixta vascular y articular, por ello el correcto diagnóstico es esencial.
La correción de los trastornos de apoyo del pie mejorarán de manera importante los síntomas debidos a la estática, así como aquellos relacionados con la insificiencia venosa. Ello es facilmente explicado por la mejora del funcionamiento de la bomba plantar durante la marcha.
Problemas osteoarticulares

No hay que descuidar los problemas ortopédicos de los pies, de las piernas o de las caderas porque éstos pueden ser responsables de mala circulación en los miembros inferiores, independientemente de la alteración funcional y estética que representen.. Las plantillas cuando sean necesarias o un tratamiento adecuado son terapias imprescindible para evitar males mayores.

Pies dolorosos

Generalmente va asociado con una limitación de movimiento y espasmo de una o más articulaciones. La sensibilidad local es a menudo intensa en la región del ligamento calcaneoescafoideo.

El pie plano se subdivide en:

1) Distensión aguda del pie, cuando el pie es anatómicamente normal pero muy doloroso, está a menudo hinchado y sensible, y se resiste a los movimientos pasivos. Se encuentra en las personas que hacen un trabajo que supone muchas horas de estar de pie sin estar acostumbrados.

2) Pie plano crónico, es el resultado final de la distensión del pie que no ha sido tratada, y se presenta en camareras y otros trabajadores que están todo el día de pie.

3) El pie plano traumático que se presenta después de las fracturas: por ejemplo, fractura de pott conminuta o fractura del hueso calcáneo.

4) Pie plano espástico, o espasmo peroneo, es una causa poco frecuente de pie plano unilateral grave en niños y adultos jóvenes. El dolor se produce después de estar de pie; el pie está muy aplanado y deformado.

5) El tratamiento sigue una línia de sentido común. El pie distendido se reduce mediante un régimen y descanso. Se corrige la obesidad, y si el enfermo se dedica a un trabajo que supone estar de pie muchas horas, debe tomarse unas semanas de descanso.

Pies cavos

Se caracterizan por una mayor concavidad del arco del pie, de forma que el empeine resulta muy alto. Esta deformidad es la causa del dolor. A menudo el pie cavo carece por completo de síntomas durante toda la vida. Sin embargo algunos enfermos con la deformidad y dolor en la planta del pie responden favorablemente al tratamiento diseñado para mejorar la distensión de los ligamentos plantares.

La artritis en las enfermedades sistémicas:

Artritis psoriástica

La enfermedad afecta en especial, aunque nunca de forma exclusiva, las articulaciones interfalángicas distales, y puede existir una relación topográfica entre la uña y los cambios en la articulación distal.

La afectación de estas articulaciones con el acompañamiento a veces de tenosinovitis da al dedo el aspecto de una salchicha. Las articulaciones distales de los dedos de los pies están afectadas de forma similar.

Artritis reumatoide

La artritis reumatoide puede causar un dolor grave y muy persistente en los pies, incluso cuando no soportan peso. Las articulaciones metarsofalángicas y los dedos de los pies con frecuencia están hinchados, los pies están sudorosos y calientes, y existe sensibilidad a la presión cuando se comprimen lateralmente las cabezas de los metatarsianos.

En estos casos, conviene descansar, poner calor y hacer suaves ejercicios para impedir la presentación del pie plano. Es posible que sean necesarios los analgésicos.

Gota (Hiperuricemia)

Con frecuencia, la gota ataca la primera articulación metatarsofalángica.

El comienzo de ella, es repentino, hasta el punto que puede sospecharse una infección aguda por cocos.

Cuando ataca la temperatura es elevada. El enfermo no puede dormir y se sienta con el pie en alto y con zapatillas blandas. Generalmente se da en el hombre y tiene tendencia en los bebedores.

Normalmente el ataque agudo cede a los pocos días y entonces deja la piel que se descama por encima del pie. Durante los ataques, la articulación es completamente normal y el ácido úrico sérico está elevado en alguna fase de la enfermedad.

El síndrome de las piernas inquietas

Cuando un médico que desconoce esta enfermedad se encuentra con un paciente que presenta dicho síndrome, suele quedar confundido. Por lo común, la persona que padece la enfermedad dice a su médico que los síntomas son difíciles de describir: algunos dicen que sienten las piernas pesadas o ligeras, o agitadas o inquietas. Los doctores Boghen y Peyronnard, a partir de las observaciones de varios enfermos, definen el síndrome como “sensaciones profundas imprecisas y desagradables en las piernas que producen la imperiosa necesidad de moverlas”. Pero desgraciadamente no se puede aportar nada o casi nada en cuanto a tratamiento se refiere, y ha de ser el propio paciente quien por propia experiencia encuentre los métodos que más le alivien.

Eritromelalgia

Es una enfermedad caracterizada por crisis de dolor, rubicundez e hipertermia en las extremidades, con integridad absoluta de la circulación en las intercrisis.

Las crísis dolorosas se desencadenan con el ejercicio físico y aumentan con el frío. La piel entonces enrojece, las venas se dilatan, incluso puede haber un ligero edema y se presenta un aumento de la temperatura local.

Distrofia simpática refleja

Esta distrofia consiste en un trastorno circulatorio de los miembros como consecuencia de un traumatismo. Incide en individuos con especial predisposición al dolor de origen psíquico. Se caracteriza por presentar una vasodilatación persistente y anormal, independiente del proceso inflamatorio.

Clínicamente se expresa por un intenso dolor que crece al menor movimiento o cambio emotivo; se acompaña con edema que con el dolor puede extenderse lejos de la lesión. La piel llega a atrofiarse, las articulaciones se anquilosan y el dolor se propaga hasta la raíz del miembro afectado.

Piernas Gruesas

Las piernas gruesas, un problema que padecen muchas mujeres, es motivo frecuente de consulta. Las causas son muy variadas y van desde el exclusivo motivo estético hasta el patológico como es el caso de piernas cansadas cuyo origen está en una mala circulación, o también piernas dolorosas como consecuencia de la acumulación celulítica y edematosa que responden bien a tratamientos locales como la mesoterapia  y el drenaje linfático especializado.

Las «piernas gruesas» no son solo un problema estético, ni siempre la consecuencia del sobrepeso debido a una mala alimentación.

piernas gruesas

Pienas gruesas

La etiología de unas piernas gruesas pueden ser las siguientes:
–  Origen veno-linfático (linfedema) que ocasiona edema en las extremidades.
– Origen traumático, asociadas a lesiones de los tejidos blandos, articulares u óseos, en las cuales, ha habido un compromiso vascular que ha pasado desapercibido y que ocasiona un edema de grado variable.
– Origen congénito, asociadas a brida amniótica, linfedema congénito o malformaciones vasculares como las del síndrome de Klippel-Trénaunay.
– Origen neoplásico, con afectación vascular que comporta un compromiso del drenaje venoso y/o linfático de la extremidad por la neoplasia, generando cuadros de linfedemas secundarios u obstrucciones venosas profundas.
– Piernas gruesas adiposas: son una de las formas más frecuentes y pueden responder a una anómala distribución de la grasa, asociada a obesidad en la mayoría de cuadros.
– Piernas gruesas asociadas a celulitis con características tróficas particulares, asociadas o no a dismorfias grasas.
– Piernas gruesas ocasionadas por tumores benignos de las partes blandas de la extremidad, del tipo de los lipomas.

Falsas piernas gruesas
Las piernas gruesas falsas responden a asimetrías de las extremidades dependientes de atrofias o reducción del volumen de una de ellas, en comparación con la extremidad opuesta considerada como sana. Puede ser causada por:
– atrofias musculares: secuelas de parálisis, poliomelitis, inmovilización prolongada, etc.; asimismo como por problemas ortopédicos que pueden ser resueltos con la utilización de plantillas o con otras terapias ortopédicas.
– Atrofias cutáneas: secuelas de quemaduras y/o traumatismos, esclerosis retráctil de la insuficiencia venosa crónica, etc.

El interrogatorio y examen físico son los elementos necesarios para un diagnóstico diferencial de estas patologías. Es importante señalar aquí la trascendencia de la acumulación celulítica en una pierna que sufre un mal apoyo por razones ortopédicas, mientras que la otra presenta unas características normales. O puede darse el caso de que el problema ortopédico afecte a ambas piernas por simple mal apoyo de ambos pies.

Piernas gruesas de origen venoso
Existe una elevada incidencia de patología venosa periférica en la población adulta. Esta patología puede responder a la presencia de varices, a edema o a la asociación de ambos. El interrogatorio y examen físico son orientadores de la existencia de patología vascular venosa de la extremidad, la cual se confirmará a través de las pruebas diagnósticas habituales (Eco-Doppler, etc.). Los cuadros venosos pueden presentar:
– Varices: especialmente en trayectos varicosos que deforman la extremidad en la posición de pie y que se colapsan al elevar el miembro. Suele    coexistir un cierto grado de edema asociado.
– Síndrome postrombótico: las secuelas obstructivas o la insuficiencia valvular profunda como secuelas postrombóticas, ocasionan un edema de la extremidad con ulterior desarrollo de varices secundarias.
– Trombosis venosa profunda: en la etapa aguda suele observarse un importante edema de la extremidad con dolor y empastamiento muscular. Los métodos diagnósticos ayudan a precisar el dictamen y localización de la trombosis.

Piernas gruesas traumáticas
La presencia de edema en las extremidades traumatizadas no es frecuente, pero, dependiendo de la magnitud del mismo y del tipo de traumatismo que lo ha ocasionado, se determinará la pauta terapéutica. No es extraña la asociación de traumatismos a trombosis venosas profundas que habrán de ser valoradas en cada caso mediante las técnicas diagnósticas adecuadas.

Piernas gruesas de origen congénito
Las causas vasculares que pueden ocasionar el incremento del volumen de un miembro desde el nacimiento incluyen malformaciones o fístulas arteriovenosas, tumores vasculares, linfedemas congénitos y otras formas de edema transitorio de la extremidad ocasionado por la brida amniótica o circulares del cordón.

Piernas gruesas de origen neoplásico
Pueden responder a lesiones benignas o malignas de la extremidad que ocasionen una deformidad localizada del miembro o un aumento global del mismo por la coexistencia de edema de causa venosa o linfática.

Piernas gruesas de origen adiposo
Son motivo frecuente de consulta. Pueden asociarse a patología vascular de difícil detección debido al abundante panículo adiposo asociado.

Piernas gruesas de origen linfático
Suelen deberse a un linfedema uni o bilateral. El diagnóstico de certeza requiere de la realización de técnicas de imagen como la linfografía isotópica y /o resonancia magnética. Ha de descartarse, además, la existencia de otras complicaciones vasculares.

Conclusiones

En todos los casos es preciso realizar un diagnóstico diferencial basado en el interrogatorio y en las pruebas diagnósticas especializadas, tipo Eco-Doppler y otras. Por ello, le aconsejamos acudir a un experto para aclarar el origen de su problema concreto. La terapéutica dependerá de este diagnóstico en función de la causa originaria de las piernas gruesas y de sus posibilidades de evolución.

 

 

Piernas Pesadas

Las “piernas pesadas” es uno de los síntomas más específicos dentro de las afecciones humanas. Salvo en raras ocasiones, solamente es inducida por el ejercicio y aliviada rápidamente por la interrupción del mismo. La claudicación indica siempre un aporte sanguíneo insuficiente a los músculos en contracción. Aparece casi exclusivamente en los casos de enfermedad arterial oclusiva crónica o enfermedad arteriospástica, en las cuales el aporte sanguíneo esta disminuido y en consecuencia la oxigenación es deficiente.

Generalmente los síntomas que presentan los pacientes son desde el calambre, tirantez, cansancio, hasta sentir dolor. Es habitual que la fatiga preceda al dolor y aunque en un principio suele ser sordo, puede llegar a ser agudo. Éste suele comenzar en la pantorrilla propagándose por los músculos arriba y abajo. En la región del pie, del tobillo y el talón, el dolor de carácter diferente, se le puede describir como una sensación como de estar caminando sobre terreno de piedras con los pies descalzos.

Problemas arteriales

De origen arterial, el dolor es un síntoma que se presenta corrientemente. El dolor persistente se produce con la ulceración y gangrena en la tromboangeítis obliterante, y puede ser muy grave. De forma semejante, aunque con menor intensidad, el dolor se produce en la arteriosclerosis. El entumecimiento, la frialdad y el hormigueo van asociados muy a menudo. El comienzo súbito de un intensísimo dolor puede continuar con la oclusión arterial. El dolor de la trombosis venosa es más ligero y va acompañado de enrojecimiento y sensibilidad, sobre y alrededor de la vena afectada.

La enfermedad arterial periférica generalmente se manifiesta con la aparición de la claudicación intermitente, con el dolor que suele producirse en los músculos de la pantorrilla cuando el enfermo ha andado cierta distancia. La distancia necesaria para que aparezca el dolor se llama “distancia de claudicación” y es una indicación de la gravedad de la afección.

El color de la piel depende de la cantidad de sangre en ella y de la velocidad con que ésta fluye. La temperatura de la piel se percibe mejor con la mano del examinador. Una piel caliente indica el aumento de la circulación, y una que esté fría indica disminución.

Trastornos de origen arterial en las piernas: ¿cómo se producen?

Los problemas circulatorios de origen arterial en las piernas se sitúan en los vasos de la circulación de salida del corazón hacia las extremidades, contrariamente a los de origen venoso que hemos visto hasta ahora, que se refieren a la sangre que está camino de vuelta hacia el corazón.

La enfermedad arterial se manifiesta generalmente con la aparición del síntoma de las “piernas pesadas”, un dolor que suele producirse en los músculos de la pantorrilla después de haber andado una cierta distancia.

Uno de los trastornos de origen arterial es la arteriosclerosis, que afecta únicamente a las extremidades y presenta unos primeros síntomas ligeros y escasos.

Otros trastornos de las piernas que generan deformidad de las mismas son los problemas ortopédicos de los pies que pueden ser responsables de una mala circulación en las extremidades inferiores. La terapia imprescindible para evitar males mayores será la de ponerse unas plantillas adecuadas cuando sean necesarias o bien, un tratamiento adecuado, diagnosticado por un especialista.

Otras patologías que afectan los pies y que pueden repercutir en un irregular apoyo con la consiguiente deformidad de las piernas es la artritis – afección que provoca que los dedos de los pies con frecuencia estén hinchados y los pies sean sudorosos y calientes -. En estos casos conviene descansar y aplicar calor en la zona dolorida, así como realizar suaves ejercicios. Otra enfermedad que afecta a los pies, es la gota, pero que la padecen mayoritariamente aquellos hombres que tienen tendencia a beber y comer en demasía. El responsable de la gota es el ácido úrico que se deposita en los pies.

Las llamadas enfermedades nodulares de las piernas son un conjunto de afecciones vasculares que forman nódulos duros, compactos y rojizos. De entre ellas, y localizado en las pantorrillas de ambas piernas, aparece el llamado eritema indurado de Bazin, que casi siempre se presenta en mujeres jóvenes y en épocas de invierno y se manifiesta con la aparición de nódulos rojizos, tensos y dolorosos.

Otra afección perteneciente a este grupo es la vasculitis nodular, donde los nódulos son más profundos y un poco más inflamados, y acostumbran a aparecer en mujeres de mayor edad.

Con la llegada del frío, son frecuentes también los sabañones o perniosis, ocasionando en algunos de los casos, unos fuertes dolores. Afortunadamente, con la llegada del verano estos síntomas desaparecen.

Otra patología más complicada es la flebitis, producida mayoritariamente por algún problema en el enlentecimiento de la circulación de la sangre como consecuencia del reposo en cama, estando enfermo o en un post-operatorio. Pero tampoco es nada raro que ésta se presente en personas sanas, que yendo por la calle, o al hacer algún esfuerzo deportivo, noten de golpe, un intenso dolor, como si algo les hubiese atravesado la pantorrilla.

Por último, no hay que olvidar dentro de este gran grupo de enfermedades de las piernas, los problemas linfáticos, que pueden derivar en la elefantiasis (piernas excesivamente gruesas) o en un lipodema, un exceso de grasa simétrico en las dos piernas.

Estos problemas tienen únicamente una solución estética quirúrgica así como el tratamiento adecuado para resolver la causa de los mismos.

Arterioesclerosis

Se trata de una arteriopatía degenerativa y, por tanto, sin fenómenos inflamatorios.

Es un proceso que afecta a la mayoría de las arterías, sobre todo las coronarias y cerebrales.

La arteriosclerosis que afecta únicamente a las extremidades, presenta una sintomatología en un comienzo vaga y escasa. Sólo, más tarde, la claudicación intermitente vascular hace que el paciente acuda al médico. A medida que pasan los años, la isquemia progresa y la circulación colateral se hace insuficiente; el dolor se mantiene continuamente aún en reposo y se aprecia frialdad en la región distal de la extremidad afectada. Esta isquemia puede ser solamente muscular o también cutánea y acompañarse incluso de gangrena. En la extremidad inferior esta isquemia muscular puede dar lugar a la retracción de los músculos correspondientes, así como a una anquilosis en flexión de la rodilla muy dificil de corregir.

Pruebas de la circulación periférica

Oscilometría.- El oscilómetro es un aparato para medir la amplitud de las pulsaciones arteriales en las extremidades. Lectura que ayuda a determinar el nivel de la obstrucción arterial. Actualmente en desuso por su poca especificidad.

Angiografía.- La inyección de una sustancia radiopaca en la luz arterial permite la visualización de la arteria y las ramas periféricas en el lugar de la inyección. La angiografía se utiliza sólo si se piensa en una intervención quirúrgica, pues los medios de contraste tienen la tendencia a producir un espasmo arterial y reducir con ello la circulación colateral importante.

Síndrome de las piernas inquietas

Se denomina asimismo «el síndrome de las piernas inquietas».

Cuando un médico que desconoce esta enfermedad se encuentra con un paciente que presenta dicho síndrome, suele quedar confundido. Por lo común, la persona que padece la enfermedad dice a su médico que los síntomas son difíciles de describir: algunos dicen que sienten las piernas pesadas o ligeras, o agitadas o inquietas. Los doctores Boghen y Peyronnard, a partir de las observaciones de varios enfermos, definen el síndrome como “sensaciones profundas imprecisas y desagradables en las piernas que producen la imperiosa necesidad de moverlas”.